Los jóvenes, un sello de alegría y compromiso en el Hotel Deauville

Una composición balanceada de sus recursos humanos entre experiencia y juventud lo muestra como un espacio de formación para quienes inician su vida profesional en el sector turístico.

Publicado por Daily Pérez Guillén, 05/09/2025


Ubicado en un punto privilegiado del municipio Centro Habana, a medio camino entre el Vedado y el casco histórico de la ciudad, el Hotel Deauville ofrece más que vistas privilegiadas al mar. 

Una composición balanceada de sus recursos humanos entre experiencia y juventud lo muestra como un espacio de formación para quienes inician su vida profesional en el sector turístico. Desde estudiantes aún en formación hasta especialistas con títulos universitarios, el Deauville se ha convertido en una escuela. 

“Nosotros los jóvenes siempre estamos tratando de aprender de las personas que llevan más tiempo en el turismo”, lo manifiesta de modo sencillo Rachel Reyes, especialista de Recursos Humanos.

Delenis Martínez, estudiante de Comercio y  Gastronomía, ha realizado sus tres años de prácticas laborales en el área del restaurante. “Me siento cómoda, conozco a todos, y he aprendido muchísimo. Me gustaría seguir trabajando aquí cuando me gradúe”, comenta esta muchacha que camina con alegría entre las mesas del restaurante y aspira a convertirse en cajera.

Atrás, en la cocina, Jonathan Luis Pérez, también estudiante, mano a mano con el chef, realiza los cortes a una porción de pollo y asegura que puede asarlo a gusto para cualquier comensal. 

Por su parte Yohan Leiva ha encontrado en la barra de la piscina su espacio de crecimiento. “Tenía conocimientos previos, pero aquí he perfeccionado mi técnica. Me encanta preparar cócteles y dar lo mejor de mí cada día”, afirma. 

Muy cerca de él se encuentra Karla Arredondo, quien refiere que junto a otra dependiente de experiencia han conformado un equipo donde se sienten como compañeros y amigos. “Quisiera superarme y pasar un curso de capitán de salón”, expresa sonriente.

Calidad que se siente y se mide

Jennifer Navarro-Rivero, graduada en Ciencias Alimentarias en la Universidad de La Habana, estudió su carrera con la aspiración de desempeñarse en una fábrica de producción de alimentos, sin embargo, tras culminar sus estudios fue ubicada en el sector turístico. “Es totalmente diferente y he tenido que aprender mucho, he tenido que leer procedimientos, manuales, hacer cursos de turismo”, comenta con mucha seriedad.

Tras adiestrarse en todas las áreas del hotel, asumió el rol de especialista de calidad. Ahora su labor consiste en garantizar que se cumplan los estándares de limpieza, atención, confort y coordinación entre departamentos para que el cliente disfrute de una grata experiencia durante su estadía. “Es una tarea compleja, pero cuando todo sale bien, la satisfacción es enorme”, asegura.

Jennifer también ejecuta y procesa las encuestas que los huéspedes responden durante el desayuno. Se evalúan aspectos como la atención, la calidad de los alimentos, la limpieza de las habitaciones y la recreación nocturna. 

Es ella entonces la persona indicada para saber si los clientes que ya se han hospedado en el piso 14, recientemente remodelado, se han sentido complacidos y sus expectativas, cumplidas. “Sí, positivamente 100%”, precisa.

“Tenemos también muy buena aceptación de las actividades nocturnas y de las clases de salsa. Eso llama mucho la atención de los turistas. Aprenden varios bailes cubanos en un ambiente agradable, de hotel, donde viene el cliente tranquilo a disfrutar”, comenta.

Pero si algo queda claro en  las encuestas que procesa es que los clientes aprecian la atención que reciben en el Hotel Deauville. “Los comentarios más positivos se centran en la atención al cliente. Eso es lo que más valoran y lo que más nos distingue. Lo reconozco porque lo veo, porque conozco a los trabajadores, a mis compañeros, si hay una cosa que nos caracteriza después de las vistas al mar y la ciudad, es el buen trato y la manera de buscar soluciones”.

En cuanto al estándar de calidad y la variedad de los alimentos, Jennifer explica que se trata de cumplir con un ciclo menú de 7 a 14 o 21 días, para ofrecer diversidad de opciones.

Logística y abastecimiento en tiempos difíciles

Adrián Hernández, jefe de compras, enfrenta diariamente el reto de garantizar insumos en medio de la compleja situación económica que vive el país. “Trabajamos con ITH, empresa comercializadora del sector turístico y con un trabajador por cuenta propia, agricultor, para mantener abastecida la cocina y las habitaciones. A pesar de ser un hotel tres estrellas, cumplimos con todos los estándares y, en muchos casos, los superamos”, asegura.

Él es el encargado de que los jugos naturales o las frutas, tan apreciadas por los turistas, siempre aparezcan entre las opciones para degustar. 

La mesa buffet ofrece cinco tipos de frutas, jugos naturales sin azúcar añadida, variedad de carnes, embutidos y viandas frescas. “Todo está pensado para que el cliente tenga una experiencia completa y agradable”, añade.

Estrategia comercial y visión de futuro

Maite Fernández, especialista en comunicación comercial, llegó al hotel tras una etapa vinculada a los medios de prensa. “La formación que yo tenía anteriormente me da muchas herramientas porque tengo que intercambiar con el cliente, dialogar, hacer análisis”. Ahora su trabajo abarca análisis de mercados, contratación, precios y reservas.  

 “Tenemos una alta ocupación y un índice de repitencia elevado de entre un 15 y un 20 %, especialmente en mercados como Canadá, México y Alemania. La ubicación del hotel y la atención personalizada son claves”, señala.

Explica que han desarrollado estrategias y creado opciones para incentivar el trabajo con la tour operación, entre ellas invitaciones a realizar recorridos por el hotel, la participación en ferias y eventos y la promoción de sus novedades a quienes comercializan la instalación y a la prensa.

Con apenas un año de experiencia en la instalación, Dalila Estela García representa el compromiso, la versatilidad y el empuje de la juventud cubana dentro del sector turístico. Graduada recientemente como ingeniera industrial y cumpliendo su servicio social, ha logrado involucrarse en múltiples áreas, desde recursos humanos y dirección hasta economía, compras y gastronomía. Su recorrido es testimonio de una formación integral y de una vocación por el trabajo colaborativo.

Actualmente, Dalila se desempeña en el área comercial, donde además de gestionar reservas y contrataciones, asume la responsabilidad de administrar las redes sociales del hotel. Esta labor, que ha cobrado una relevancia estratégica en el contexto actual, la realiza con plena conciencia del impacto que puede tener en la imagen y reputación. “Una red social puede dinamizar una instalación turística… o destruirla”, afirma y subraya la importancia de un manejo profesional, especialmente en momentos de crisis.

Dalila reconoce que plataformas como Facebook e Instagram tienen mayor alcance entre el público nacional, mientras que los clientes internacionales suelen acceder a canales propios o alternativos. Por ello, junto a la directora comercial, participa en un diplomado que gestiona el Grupo Hotelero Gran Caribe, al que pertenece el hotel. “Es una cadena que te ayuda mucho, sobre todo a la juventud, a seguir creciendo profesional y personalmente”, comenta.

En cuanto a la estrategia de contenidos, Dalila explica que se adapta a las temporadas y a los intereses del público. “El objetivo es posicionar al Deauville como una instalación dinámica, conectada con la cultura cubana y abierta a la innovación”.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Descargue aquí el último volumen de la revista Sol de Cuba