Guardalavaca, refugio seguro de aguas puras y cristalinas

A través del azul de sus olas se distingue la combinación de una geografía privilegiada

Publicado por Sol de Cuba, 08/10/2025


Por: María Karla Lam González

Fotos: Juan Pablo Carreras

Más que un paraíso de arena blanca y aguas turquesas, Guardalavaca, ubicada en la costa norte de Holguín, es una joya escondida del Atlántico que destaca entre promesas de amor, atardeceres únicos y el susurro constante del mar como una de las playas más auténticas de las costas cubanas.

   Mientras el mundo enfrenta crisis naturales y plagas constantes de sargazos, el mar de Guardalavaca permanece limpio. A través del azul de sus olas se distingue la combinación de una geografía privilegiada, la voluntad aguerrida de quienes la cuidan y la persistencia de proyectos científicos visionarios que apuestan por su preservación.

  Comenta Ridel Rodríguez Paneque, jefe de Gestión Costera del Centro de Investigaciones de Servicios Ambientales y Tecnológicos de Holguín, que una de las causas de que Guardalavaca sea una playa sin sargazos es su defensa natural. Gracias a su posición, el sargazo no arriba a las costas del norte, donde se ubica la playa.

   Aunque el visitante puede confundir por un momento las hojas verdes y la vegetación natural de Guardalavaca con el sargazo, cuando se acerca se encuentra con un fenómeno maravilloso: especies autóctonas cubanas, como la malasia fectilino y la uva caleta, que tienen su propio ciclo reproductivo en nuestras playas y son un componente importante para su preservación.

   Estas plantas locales almacenan una cantidad significativa de arena que, mediante las limpiezas diarias apoyadas por los hoteles de la zona, son recolectadas y preservadas para el proyecto de recuperación ambiental que se lleva a cabo en la provincia desde el año 2000.

   La visión de este proyecto del Centro de Investigaciones de Servicios Ambientales y Tecnológicos de Holguín, subordinado al Ministerio de Ciencias, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba, busca recuperar las playas cubanas, considerando sus características como ecosistemas. Como expresa Rodríguez Paneque, “esto es posible porque Guardalavaca es una playa de especies auténticas.”

   Mediante estas recogidas activas se recupera, además de la arena vital, nutrientes que aportan las especies endémicas mediante su descomposición y que las playas necesitan para persistir ante el paso del viento.

   Esta tarea es un aspecto vital en la rutina del equipo del Hotel Gran Muthu Almirante Beach. Su director general, José Ramón Santana Rivero, explica que el cuidado del medioambiente es un compromiso que desempeñan a través de limpiezas de la franja costera, iniciativa que nace muchas veces de la propia voluntad del equipo, con la participación ocasional de locales y visitantes sensibilizados con la labor.

   Asimismo, priorizan el uso de productos biodegradables en servicios de gastronomía y coctelería, y siguen tendencias que reciclan los desechos comestibles como abono natural para la ornamentación del recinto. El ejecutivo asegura que es necesario investigar y estudiar constantemente las tecnologías y métodos emergentes para proteger de forma consciente el ecosistema.

   Desde el Almirante buscan conservar ese inmenso tesoro natural, donde los propios visitantes defienden el reciclaje de desechos plásticos, cristalinos y metálicos, eligiendo recolectarlos en contenedores especializados para conservar la pureza de la arena.

   Estas acciones, entre otras, hicieron al Hotel Gran Muthu Almirante Beach merecedor del Premio Internacional Breeam. El reconocimiento medioambiental al uso racional de recursos naturales, desde el diseño interior de la construcción hotelera y sus exteriores —respetando rigurosamente el entorno y ecosistema natural de la costa— hasta su tecnología de punta, que intenciona el ahorro de agua y energía, alcanzan un mérito internacional y profundizan el mensaje ambientalista que transmite.

   Esta es también una tarea para el colectivo del Hotel Starfish Guardalavaca, ubicado en ese balneario, donde prima el compromiso de defender la limpieza de ese paraíso costero y seguir las tendencias de reciclaje; un propósito para preservar su historia y atesorar como propia la visión que otorgó a la cercana Bariay el Almirante Cristóbal Colón como “la más hermosa que ojos humanos hayan visto.”

      Es ahí, en ese equilibrio perfecto entre lo auténtico de Cuba y el futuro de su ciencia, que se encuentra en la sombra bajo la uva caleta en su orilla y en su manto de arena, donde Guardalavaca entrega su promesa de amor. Quien la visita siempre busca regresar, como un pacto con lo natural en medio de un mundo que avanza aceleradamente y que poco a poco olvida su verdadera esencia. Ante ello, Guardalavaca se ofrece como refugio seguro de aguas puras y cristalinas.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Descargue aquí el último volumen de la revista Sol de Cuba