Hotel Nacional de Cuba: 95 memorables años
El 30 de diciembre de 1930 fue inaugurado el Hotel Nacional de Cuba frente al malecón habanero
Publicado por Yoanna Cervera, 30/12/2025

Desde un paseo casual por la ciudad, una visita de negocios, hasta un evento de alto nivel o incluso una ceremonia nupcial, el Hotel Nacional de Cuba ha sido el escenario de miles de historias, algunas tan emblemáticas como la institución misma. En sus casi 95 años de existencia, esta joya de La Habana ha acogido presidentes, artistas, deportistas y otras muchas figuras ilustres de todo el planeta que enriquecen su historia una vez que cruzan sus puertas.
La lista de personalidades que se han hospedado o han formado parte de algún evento en sus salas es extensa, un testimonio de su trascendencia y de su constante relevancia. Entre ellos, nombres como Frank Sinatra, Ava Gardner, Winston Churchill, y hasta el famoso boxeador Muhammad Ali, han encontrado allí un lugar donde la elegancia y el lujo se entrelazan con la camaradería.
El inmueble sigue brillando con luz propia, destacando como el referente más reconocido de la hospitalidad en Cuba. De hecho, la institución ha sido galardonada en varias oportunidades con los prestigiosos World Travel Awards y Luxury Hotel Awards, un reconocimiento que subraya la calidad de sus servicios y su capacidad de mantenerse en la cima del sector turístico.
Emblema del turismo cubano
Inaugurado en 1930, su arquitectura de estilo neoclásico, con detalles art decó y una vista impresionante del Malecón habanero, se convirtió en un símbolo de modernidad. Pero más allá de su diseño, lo que realmente ha consolidado al hotel como un ícono cultural es su capacidad para mantenerse como un espacio vivo, en constante transformación.
Con sus 426 habitaciones, el Hotel Nacional ofrece una amplia variedad de opciones de alojamiento que satisfacen las necesidades de todos sus huéspedes. Desde las habitaciones estándar hasta las más lujosas, como las suites presidenciales con vistas al mar, cada rincón está diseñado para ofrecer comodidad y lujo. Tal como comentó Deivid Alfonso, su director comercial: «Nuestra infraestructura es muy flexible, lo que nos permite adaptar nuestros servicios a diferentes tipos de clientes, desde turistas convencionales hasta delegaciones oficiales y visitas internacionales de alto nivel».
Esta versatilidad es una de las claves del éxito del hotel, que puede funcionar además como escenario de eventos internacionales, conferencias, cumbres y reuniones de alto nivel. Con una capacidad para albergar hasta más de 13 presidentes simultáneamente en ocasiones especiales, se ha consolidado como un centro de operaciones para el turismo gubernamental y empresarial, sin dejar de lado a los turistas que buscan disfrutar de una experiencia única en La Habana.
Pero el verdadero secreto del Hotel Nacional está en su gente. Más allá de su arquitectura y servicios, es el personal altamente capacitado y comprometido lo que realmente da vida a este lugar. «Aquí, nuestros trabajadores no solo cumplen con su tarea, sino que sienten el hotel como una extensión de sí mismos», comenta Alfonso. Esta cultura de hospitalidad ha sido transmitida de generación en generación, lo que permite que tanto los nuevos empleados como los más veteranos ofrezcan un servicio que supera las expectativas.
Además, el inmueble deviene sitio de encuentro para muchos de sus empleados, quienes, como señala el director comercial, «han continuado el legado de sus padres y abuelos trabajando aquí». Esta historia compartida ha creado una verdadera familia que, con su calidez y dedicación, ha sido fundamental para mantenerlo en la cima de la hospitalidad.
Desde el 4 de mayo de 1998 fue reconocido como Monumento Nacional de Cuba y por erigirse como símbolo de la cultura y la historia de Cuba, la UNESCO lo incluyó en 2008 en el Registro de la Memoria del Mundo.

Innovación, transformación digital y sostenibilidad
A pesar de su rica historia, el Hotel Nacional avanza para satisfacer las demandas del turismo global y ha emprendido el camino hacia la transformación digital que promete modernizar aún más su funcionamiento sin perder su esencia.
En colaboración con la Universidad Tecnológica de La Habana y el Parque Científico Tecnológico de La Habana, han comenzado a implementarse una serie de innovaciones tecnológicas, como la facturación electrónica y la introducción de la robótica en sus servicios. Además, la administración ha lanzado una plataforma digital propia, que facilita las reservas, el acceso a servicios y permite a los clientes consultar información sobre actividades turísticas y excursiones en tiempo real.
Esta transformación digital, que comenzó como un proyecto piloto hace unos años, es ahora una realidad y se proyecta como una pieza clave para su sostenibilidad a largo plazo. Gladys Ash Hernández, experta en informática y parte del equipo encargado de la digitalización lo confirma: «Nuestro objetivo no es solo implementar la tecnología, sino también transformar la mentalidad organizacional y capacitar a nuestros empleados para que puedan interactuar de manera efectiva con estas nuevas herramientas».
A medida que avanza su proceso de digitalización, la dirección del Hotel Nacional también ha tomado medidas para asegurar su sostenibilidad. En este sentido, se ha implementado un sistema de gestión eficiente de los recursos energéticos, así como la renovación de las habitaciones para mejorar la accesibilidad y reducir el impacto ambiental. Por ejemplo, las habitaciones accesibles ahora se adaptan aún mejor a las necesidades de los huéspedes con alguna situación de discapacidad, y la oferta se amplía para garantizar que cada cliente, independientemente de sus necesidades, pueda disfrutar de una experiencia cómoda y agradable.

La mirada en el futuro
Con el centenario en el horizonte, la institución continúa renovándose para seguir siendo un referente en la industria hotelera mundial. La transformación digital es solo el primer paso de un proceso continuo de innovación que promete mantener al Hotel Nacional a la vanguardia del turismo cubano e internacional.
Así, mientras celebra 95 años de historia, el pasado y el futuro encuentran aquí un espacio común, donde cada huésped, desde el turista más casual hasta el dignatario más importante, puede sentir la magia de este emblema de La Habana y de Cuba.


