Leyenda viva entre los cabarets más famosos del mundo, fue oficialmente inaugurado en La Habana el 31 de diciembre de 1939 como Boite de Nuit (salón de baile nocturno). Reconocido mundialmente como la meca de los espectáculos a cielo abierto, en sus tablas armonizan magistralmente la música, la danza, los suntuosos vestuarios y audaz arquitectura con su profusa vegetación.
Erigida en los terrenos de la otrora finca de recreo Villa Mina, perteneciente al francés Regino Du Rapaire Truffin, su primicia y atmósfera natural le otorgaron vertiginoso éxito desde el inicio. Mucho se le debe a Martín Fox en el proyecto de este cabaret que no tenía parangón en el planeta: arco parabólico de entrada, pasadizo entre palmeras, pasarelas de baile aéreas, exótica decoración jardinera, todo el colorido y la exuberancia que sintetizan la imagen del Paraíso bajo las estrellas, hoy administrado por la Empresa Extrahotelera Palmares.
No menos pretencioso, es el Salón Arcos de Cristal, ejemplo más logrado de la arquitectura de los 50 en lo representativo de la naturaleza tropical, fue acreedor del Premio Medalla de Oro del Colegio Nacional de Arquitectos de 1953.
En el ámbito gastronómico distinguen también el Café Rodney, conocido como el rincón bohemio de Tropicana; y el restaurante Los Jardines, situado en el espacio donde originalmente se encontraba el Casino de Tropicana; cuyo excelente servicio y calidad le han hecho merecedor de la categoría Cuatro Tenedores.
Dos esculturas identifican a Tropicana: la Ballerina, devenida en su símbolo, esculpida por la cubana Rita Longa, situada a la entrada desde 1949; y el delicado grupo escultórico La Fuente de las musas, concebido por el artista italiano Aldo Gamba, emplazado en los jardines en 1952.
El cabaret, que ostenta la condición de Monumento Nacional, se enorgullecen por haber visto desfilar a figuras como Rosita Fornés, Elena Burque, Omara Portuondo, Farah María, Los Papines; igual artistas de renombre internacional como Carmen Miranda, Nat King Cole, Josephine Baker, Liberace, Pedro Vargas, Alejandra Guzmán, Cheo Feliciano, entre otros.
Otros acontecimientos la enaltecen… haber servido de pasarela a una colección del diseñador Pierre Balmain; set de una emisión del estelar espacio de la televisión mexicana La movida; distinguida, en 1992, con el codiciado premio Best of the Best Five Star Diamond, por la Academia Norteamericana de la Industria de Restaurantes; y seleccionada entre las veinte locaciones desde donde los consorcios televisivos norteamericanos ABC y CNN trasmitieron en directo a todo el mundo la despedida del siglo XX.
Sus variedades musicales, que gozan de merecido prestigio mundial desde los años 50 como el más rutilante rincón nocturno habanero, primer cabaret de Cuba que descubrió el atractivo de las grandes producciones. Tras la figura cimera del coreógrafo y director artístico Roderico Neyra, Rodney, prosiguieron prestigiosos directores como Joaquín M. Condall, Amaury Pérez, Tomás Morales y Santiago Alfonso.
El show de Tropicana se presentó por vez primera fuera de Cuba en el Waldorf Astoria de Nueva York, sucedido de otras reputadas plazas del mundo: Royal Albert Hall de Londres, Sporting Club de Montecarlo (Mónaco), Friederichstadt Palace (Berlín) y el Beacon Theatre, Broadway, New York. A lo largo de sus 80 años, el atractivo de Tropicana se ha mantenido incólume.