La atención al planeamiento del desarrollo y la sostenibilidad del medioambiente y los recursos naturales, históricos, culturales y patrimoniales de la nación para su uso racional, y el diseño de productos y destinos turísticos, son funciones encargadas al licenciado Alexander Sierra Bouzas, Director de Desarrollo del Ministerio de Turismo, así como las actividades concernientes a las especialidades de naturaleza, náuticas y marinas.
La experiencia acumulada durante 16 años en este sector le hace resaltar la importancia que tiene la decisión de la Asamblea General de Naciones Unidas de designar el 2017 como Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo.
En este sentido, precisó que en Cuba entró en vigor el Decreto Ley 331, para fortalecer el ámbito legal y regulatorio en las zonas de gran significación ambiental, dentro de las cuales se encuentran los monumentos nacionales y locales, las áreas protegidas, incluyendo las marinas, las costeras y de pesca, y las cuencas hidrográficas.
Para Cuba, precisó, igual que para cualquier país del mundo, contar con valores y atractivos turísticos identificados con alto potencial para diversifi car su oferta e imagen de destino, es de vital importancia a fin de hacer sostenible su desarrollo.
El turismo es estratégico para el avance del país. No es casual que en el Esquema Nacional de Ordenamiento Territorial hasta el año 2030, se incluya un programa de conservación del patrimonio cultural y natural.
Este plan tiene como objetivo la apreciación del estado y rehabilitación de los sitios y edificaciones con valor patrimonial desde el punto de vista histórico, arquitectónico y paisajístico para conservar sus valores; e incluye acciones de rehabilitación de paisajes urbanos y rurales, del patrimonio tangible e intangible de la nación.
En tal sentido, explicó Sierra Bouzas, es por la importancia de esta concepción de desarrollo que el Ministerio de Turismo prioriza la conservación de estos para las futuras generaciones, junto con los demás programas que tiene planificados, de conjunto con el Ministerio de Cultura, que es el organismo rector por medio de la Ley No 2 del año 1977 sobre la protección de los centros históricos, sitios relacionados con la historia, la cultura y la naturaleza en Cuba.
El concepto de monumento en Cuba no se asocia únicamente a las obras maestras de nuestros antepasados, precisó, también se reconoce el valor de una edificación y su conjunto, los centros históricos, así como los sitios naturales y la acción asociada del hombre y la naturaleza.
Hoy existen en el país 257 monumentos nacionales, se distinguen dentro de la lista 24 sitios de importancia turística, y entre ellos destacan 16 por el componente natural, lo cual permite el manejo apropiado para el turismo de naturaleza, el ecoturismo y el turismo científico y cultural.
Asimismo, agregó que Cuba también cuenta con nueve sitios en la lista indicativa de la UNESCO para ser declarados Patrimonio de la Humanidad, además de ser signataria del patrimonio sumergido, que por los valores históricos y arqueológicos de carácter universal que contiene también se suman a estos elementos, que en un futuro vislumbramos con mucho éxito en la promoción y comercialización de nuestro destino turístico, a partir de otros programas especializados de turismo como son la náuticas y marinas asociadas al buceo recreativo, por ejemplo.
Las ciudades y centros históricos que se tienen desde las primeras villas fundadas atesoran un atractivo encantador, muy distinguido, y cada día ganan más valor junto con las tradiciones existentes para el multidestino en Cuba. Se exhorta a mantener su autenticidad, pues se tienen que cuidar, debiéndose proteger su integridad física, espacial, urbanística y ambiental, por sobre todas las cosas. La mejor inversión para desarrollarlo es conservarlo, como se ha hecho hasta ahora y aún mejor.
Por último, subraya que es por todo ello que hay que evitar la degradación del medio, la pérdida de atributos de los monumentos y del patrimonio material e inmaterial que tenemos en la nación, que es la mejor inversión que podemos hacer para conservar y proteger los bienes que sustentan un turismo sostenible que favorezca el avance del país.